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El caso Barçagate y las campañas de desprestigio

¿Cómo se contrata una campaña de desprestigio digital? Técnicos y expertos denuncian la existencia de un mercado ilegítimo en Internet dedicado a dañar la identidad digital de personas y organizaciones

El origen del Barçagate lo tenemos en la supuesta contratación de servicios destinados a lastimar la identidad digital de famosos vinculados al mundo del deporte. Por otro lado, se habría intentado favorecer la reputación online del equipo directivo a través de la contratación de supuestos falsos reviews y comentarios publicados en el mundo digital. Lo cierto es que en la red existen agencias especializadas en la creación de fake profiles, ofrecen interacciones artificiales y hasta paquetes de followers y seguidores. Es la cultura del gatillo fácil de Internet, un mundo donde los algoritmos mandan y donde la exposición pública conlleva serios riesgos reputacionales.

En la red ya es posible comprar paquetes de retweets por 300 euros, conseguir interacciones masivas a través de boots y falsos perfiles o acumular miles de visualizaciones para acrecentar las visitas de videos en Youtube. Otros robots permiten generar IP’s dinámicas e influir en los resultados de encuestas online para decantar a la opinión pública. Además, en la red existen más de 400 medios de comunicación digitales ficticios que buscan otorgar autoridad y credibilidad a rumores infundados a través de mensajes masivos enviados a grupos de WhatsApp.

En España ya existen más de 18 millones de usuarios dados de alta en Facebook y unos 4.500.000 en Twitter. Las redes sociales ya son “una extremidad más del ciudadano”. Solo en España el 50% de las marcas públicas sufren al menos un contenido no deseado en el TOP 10 de Google.