Los resultados en las búsquedas de Google han ganado popularidad en todo el mundo. Son ránkings de clasificación y se han convertido en el “termómetro” o “vara de medir” de nuestra reputación digital. Pero esta clasificación no es siempre la misma para cada palabra clave ya que los motores están preparados para mostrar resultados distintos.
El primer criterio es geográfico: Google tiende a mostrar resultados distintos para IP’s de un u otro país. Los sitios web de noticias locales aparecerán en posiciones más elevadas para los usuarios que pertenezcan a ese ámbito geográfico. Los dominios punto.es serán más propensos a adquirir mayor visibilidad para los usuarios nacionales de ese país en detrimento de los sitios web extranjeros.
El idioma es otro criterio: las webs escritas en el mismo idioma que el que realiza la búsqueda adquieren más relevancia mientras que webs escritas en chino, urdú o ruso (por ejemplo) aparecerían menos escaladas para un usuario de habla hispana.
En estos factores también interviene el factor novedad: una noticia nueva suele “catapultarse hacia la primera página de Google” después de 3-4 semanas suele caer a una posición más secundaria al perder su naturaleza de contenido novedoso.
Si el usuario entra con asiduidad a una URL determinada ese ordenador deducirá que es una “página favorita” y la mostrará mejor posicionada en el ránking para futuras búsquedas.
El tamaño de la pantalla del dispositivo: Algunos buscadores muestran uno u otro resultado considerando si el sitio web se adapta a un formato o display visual. Un ejemplo lo tenemos en sitios preparados para ser visualizados en teléfonos móviles.
La personalización configurada en su navegador. No olvidemos que el propio software con el que navegamos es configurable: se pueden añadir filtros parentales, evitar que aparezcan determinadas palabras clave, poner en la lista negra a determinadas URL’s, etc…
Otro argumento es que las mejoras que hacemos en nuestro sitio web tardan unos días o semanas en incorporarse a los data centers de Google. Esto suele generar pequeñas diferencias en los rankings según el centro de datos al que tu búsqueda se esté conectando en ese momento.
Por último, la experiencia del usuario: Google personaliza los resultados para las preferencias personales. Su sexo, edad, experiencias previas realizando un escáner detallado de cada internauta para mostrarle lo más conveniente.