En España ya existen 56 millones de teléfonos móviles. 1, 16 por habitante. La vida media de un Smartphone se sitúa en 20 meses
Teléfonos rotos, averiados, robados o inutilizados por la obsolescencia programada. Se trata de una cultura tecnológica en la que cada operador da lo mejor de si para que nuestro móvil sea el más popular y el de menor duración posible.
La mayor parte de usuarios desechan su terminal una vez se rompe. En otros casos deciden jubilarlo al ser reemplazado por otra promoción comercial. Acaban en papeleras del hogar, contenedores y en un sinfín de espacios como el fondo del mar, estanques y espacios recónditos.
Algunos ciberdelincuentes hurgan en los deshechos, buscan dispositivos y teléfonos para reutilizar. Las mafias de la electrónica están perfectamente organizadas: tienen sus propios captadores, envían el material a pisos francos donde se desmantela y ensambla el material.
Aunque el teléfono esté aparentemente roto no ha dejado de funcionar por dentro y es muy probable que su memoria siga intacta.
En el mercado han surgido empresas especializadas en la destrucción de material electrónico. Certifican la muerte y se encargan de que no exista ni una posibilidad de recuperar su memoria. Son contratados por entidades bancarias, corporaciones y cargos de peso corporativo.
¿a qué riesgos te expones lanzando tu móvil a un contenedor?
Robo de datos: Quien lo encuentre podrá conectar tu dispositivo a un USB y extraer todos tus datos.
Reutilización: Tu dispositivo puede ir al mercado de 2ª mano sin que tú lo sepas. Cada terminal tiene un número identificativo y un titular registrado. Si se comete un delito cabe la posibilidad que la trazabilidad apunte hacia ti.
Publicación de datos personales: Teléfonos personales, mensajes comprometidos, DOC’s y PDF’s pueden revelarse ante el mayor escaparate del mundo.
Ciberextorsión: El ciberdelincuente puede pedir un rescate económico bajo la amenaza de enviar a tu lista de contactos información comprometida que ha encontrado en tu Smartphone.
Actos ilícitos: Tu teléfono puede ser utilizado para actos como el ciberterrorismo, las estafas online y la publicación de anuncios engañosos.
Ingeniería social: Si aparece tu lista de contactos el delincuente podría enviarles mensajes, hurgar en la lista de WhatsApps y obtener información sensible.