Cuidar la imagen y el aspecto que proyectamos en los entornos telemáticos es una práctica cada vez más frecuente por parte de marcas y personas que desean velar por la imagen que de su identidad se proyecta en la red. Siempre habrá alguien observándole al otro lado de la pantalla de plasma en un medio, Internet, en el que gozar de una buena reputación digital es una prioridad cada vez más importante.
A diferencia de los proyectos de mediación o los basados en la reparación de resultados, en la asesoría de imagen online lo que se pretende es potenciar la identidad e imagen del cliente intensificando aquellos aspectos más positivos y suavizando los discordantes.
El proceso de ayuda y asesoramiento es fundamental, ayudar al cliente a definir y concretar la imagen que quiere proyectar y en definitiva, decidir la manera en la que quiere mostrarse al mundo.
Un buen asesor también deberá ser capaz de orientar al cliente, ofrecer apoyo técnico y analizar el territorio de guerra de las informaciones. El consultor debe ser un experto capaz de navegar con el cliente a través de la adversidad e identificar la mejor estrategia para reparar los daños digitales.