Durante los últimos años han proliferado distintas empresas dedicadas a la eliminación de contenidos perjudiciales. Cabe indicar y advertir, que no siempre es tan fácil eliminar un contenido lesivo y que no existe además, una garantía única que permita borrar un contenido no deseado. Algunas empresas ofrecen servicios basados en la eliminación de perfiles creados por el mismo cliente en Internet pero que luego resultan, sin embargo, muy difíciles de eliminar.
En otras ocasiones se trata de abogados que ofrecen un asesoramiento legal en materia de derecho al honor y a la intimidad o bien en el contexto de acciones legales, cuyo resultado no siempre se traduce en una imagen limpia en la red.
Algunos conceptos fundamentales:
– Salir de Internet no es tan fácil; tan sólo el mismo autor del contenido o la empresa que aloja los contenidos perjudiciales tienen la llave en su mano para acceder a la eliminación.
– Internet tiene cada vez más capacidad para hablar de todos nosotros, es posible, en ocasiones, borrar un contenido lesivo pero es frecuente que reaparezcan otras informaciones, resultado de la creciente capacidad que los motores de búsqueda tienen para detectar y finalmente indexar la información.
– Cuando el cliente no desea generar reputación positiva y su única fuente de angustia es el contenido perjudicial la intermediación es clave. Llevar a cabo acciones basadas en la mediación, destinadas a la desindexación, eliminación o invisibilización de los contenidos son las acciones más aconsejables.