Las empresas compiten en una carrera sin control en la que alcanzar la cima en Google se convierte en una lucha frenética
Escalar hasta el TOP 1 de Google es equiparable a llegar a la cima del Everest. Se trata de una posición privilegiada a la que cualquier directivo aspira para colocar sus productos en el escaparate más grande del mundo.
Esta lucha no es fácil ya que a diario centenares de webs compiten por escalar posiciones. A efectos prácticos un sitio web tarda entre 1 año y 2 años en llegar a la portada de Google y debe realizar un esfuerzo de centenares de horas.
Algunos consejos para no morir en el intento
Se proactivo y persistente, la reiteración es uno de los aspectos clave para ganar posiciones.
El contenido de calidad es el ingrediente de mayor valor. Crea textos de calidad, originales y de cierta extensión (no menores de 25 líneas). Utiliza un titular llamativo, aporta datos y fuentes de interés. Evita mensajes telegráficos o aquellos que sean copiados. Céntrate en una temática relacionada con tu empresa y añade un apartado final de consejos y recomendaciones.
No utilices la Inteligencia Artificial, de una u otra manera puede dañar la calidad de tu contenido. Es posible que otro usuario haya buscado la misma temática y sin saberlo acabes publicando contenido duplicado (penalizado por Google).
Publica 1 post cada 7 a 10 días, puedes escribir varios y dejarlos programados para las próximas semanas y así optimizar tu plan de producción. Añade enlaces activos, entrantes y salientes. Apoya tus afirmaciones con estos links a fuentes externas de calidad y conseguirás thrust rank (puntuación de calidad).
Abre un perfil de tu empresa en las redes sociales. Publica entre 3 y 4 tweets diarios en Twitter y 1 post diario en Facebook. Una buena manera de empezar en Linkedin es publicar 1 artículo a la semana.
Un proyecto de posicionamiento no suele tardar menos de un año o año y medio, tómate tu tiempo y asume el proyecto como un trabajo a medio plazo en el que tarde o temprano acabarás viendo los resultados.
No sigas la misma estructura que el sitio web de tu competidor. Google analiza la densidad de palabras clave, los titulares, las fechas, patrones y frecuencias de publicación. Podría llegar a la conclusión de que te has inspirado en el modelo de la web que regenta una posición elevada y penalizar la tuya al considerarla una forma indirecta de Spam.