La famosa red conversacional ya tiene más de 300.000.000 de usuarios en todo el mundo y 500 millones de tweets diarios. Su formato basado en opiniones breves lo convierte en el espacio preferido por trolls, punishers y ofensores de todo tipo quienes publican críticas, flames y discusiones acaloradas. Es así como los ataques de denigración en Twitter se han convertido en una práctica frecuente que a menudo acaba en los juzgados. En otros casos las víctimas acuden a expertos en defensa de reputación digital ante la impotencia de sufrir un perjuicio en el escaparate más grande del mundo.
La red social ha implementado nuevas funcionalidades, se detectan expresiones abusivas tales como insultos y se invita al usuario a repensar en su tweet antes de publicarlo. Además, Twitter dispone de un departamento de abusos cuya finalidad es bloquear perfiles falsos o eliminar aquellos desde los que se han cometido delitos y malas prácticas. Sin embargo y globalmente, Twitter es poco proclive a la censura y en general reacio a eliminar cuentas.
¿Cómo se reporta un tweet ofensivo?
Cada cuenta tiene una pestaña titulada “denunciar Tweet”, cuando se notifica una infracción la empresa lo revisa manualmente para decidir qué acciones lleva a cabo. En algunos casos se envía una advertencia al usuario y en otros casos se le suspende temporalmente la cuenta.
¿Cómo reaccionar ante un usuario ofensivo en Twitter?
Los primeros pasos se basan en documentar el ataque, tome copia o fotografía para poder probar el abuso más allá que el usuario decida borrarlo. Deje de seguir al ofensor y bloquéelo de manera que usted deje de ser visible en sus búsquedas. Evite contestar o replicar directamente al atacante y contacte con un profesional de la gestión de la reputación en línea si esta web no atiende a su solicitud.
¿Quién está detrás de un tweet?
Muchas victimas muestran su indefensión por el hecho de que esta red no verifica la identidad de los usuarios, cualquier persona puede crear un perfil con una identidad ficticia y verter insultos sobre terceros. En estos casos será preciso buscar la trazabilidad de las informaciones e intentar llegar a la identidad del presunto ofensor.
¿Cómo podemos ayudarle?
Se intenta bloquear, eliminar o detectar el hilo de las ofensas, neutralizar la fuente del conflicto digital y solicitar la disolución del perfil que comete un delito contra el honor. En otros casos se intermedia con las plataformas o se intenta desindexar el enlace que genera un intenso daño en las búsquedas de Google.