Para empezar, diremos que no existe un precio específico para cada proyecto. En el sector de la gestión de la identidad en la red cada caso es un mundo y depende de un gran número de variables que analizamos a continuación:
El tiempo empleado: Algunos de los proyectos se solucionan en pocos días, otros sin embargo requieren semanas o meses de gestión. Un cliente con 1 noticia puede obtener un resultado en 2-4 semanas con un presupuesto económico, otro con mucha propagación (4 o más noticias) puede necesitar 6 meses.
La viralización: entendida como la propagación del contenido negativo. No es lo mismo gestionar un cliente con 1 reseña negativa que otro con 20 reseñas. El consultor debe ser capaz de hacer una estimación del número de horas a invertir correspondientes al total de producción necesarias para resolver con éxito un conflicto digital.
Presupuestos por resultados: Se tarifica al cliente solo por resultado obtenido. Esta fórmula se elige cuando existe 1 sola URL a eliminar con un grado de dificultad muy alta. De esta manera el cliente no paga nada si el consultor no logra alcanzar el objetivo.
Presupuestos continuos: se establece un pago fijo o fee mensual que da derecho a un paquete de horas en cada ciclo de 30 días. El consultor dedicará 20, 40 o 60 horas mensuales a publicar contenidos positivos orientados a desgastar progresivamente a los contenidos perjudiciales. Estos presupuestos se aplican en casos de crisis reputacionales y ataques de denigración en los que es necesario un volumen muy alto de contenidos positivos.
Existen presupuestos menores que se realizan ante gestiones determinadas y de relativa sencillez (realizar una solicitud a un sitio web, lograr retirar un contenido en un sitio web estructurado donde existen políticas de eliminación) en estos casos el profesional del sector debe poder dar una respuesta modesta y ajustada al cliente.
La ética del consultor es otra variable: debe establecer metas realistas, tener claro cuanto dinero y tiempo son necesarios para resolver el problema, definir bien las prioridades y establecer etapas. Además, debe ser transparente, informar en todo momento al cliente de las horas empleadas y aportar resultados objetivos de su trabajo.