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Borrar contenidos sexuales de Internet

Algunos casos de defensa de reputación digital abordan conflictos en los que el cliente sufre la publicación indeseada de contenidos pornográficos. Se trata de situaciones dolorosas en las que la identidad de un cliente está gravemente lesionada. Las porno venganzas constituyen una de las vulnerabilidades más frecuentes. Publicar fotos de desnudos o en contextos de sexo explícito se ha convertido en una práctica común. Se trata de una forma de violencia de género mediante la cual se intenta humillar a la expareja exponiéndola ante el escaparate más grande del mundo.

La red se ha llenado de sitios web donde publicar fotos comprometidas de la expareja; se trata de webs especializadas en venganzas sentimentales. Explotan imágenes de manera ilícita, todo al margen de la legalidad y operando de manera deslocalizada. Su existencia despierta preocupación en la sociedad ya que son fáciles de utilizar. Son una herramienta de descrédito rápida y asequible mediante la cual dañar la imagen de terceros.

Mediante el camfecting el delincuente infecta el terminal de la víctima robándole imágenes de su vida privada, el ciberdelincuente controla la webcam de manera remota, todo de manera discreta y al margen de la legalidad. Según un estudio de Cyber Civil Right un 23% de los usuarios asegura sentir temor por un acto de revenge porn al haber generado imágenes sexuales con su partner mientras fueron pareja. Algunos ciberdelincuentes simulan ser un aspirante a una relación amorosa y aprovechan la confianza generada para invitar a las victimas a que practiquen cibersexo. Se trata de robar esas imágenes y pedir un rescate a cambio de no publicarlas ni enviarlas a la lista de contactos de la víctima.

El panorama judicial español se ha llenado de estas malas prácticas: en Barcelona la fiscalía pidió 3 años de cárcel para un funcionario de Policía acusado de difundir imágenes sexuales de su cónyuge. En Málaga un menor de edad fue detenido por publicar imágenes de su exnovia desnuda.

Facebook ha tomado la iniciativa al impulsar un diálogo con más de 150 entidades de todo el mundo. Esta página lucha contra el revenge porn, con ayuda de moderadores y voluntarios detectan estas imágenes y las bloquean en pocos minutos imposibilitando que el titular de la cuenta pueda volver a publicar. El artículo 197.7 del Código Penal establece penas de 3 meses a 1 año de cárcel a todo usuario que revele sin autorización imágenes que menoscaben gravemente la intimidad personal.