El historial de búsquedas puede convertirse en la peor pesadilla para la reputación digital de un usuario. Las palabras clave que buscamos a diario reflejan latencias y preferencias que pueden caer en manos de ojos curiosos.
Se trata de una situación frecuente cuando se usan terminales compartidos en oficinas, cibercafés y entornos domésticos en los que un Tablet o PC es usado por miembros de una misma familia.
Muchos usuarios aceden a páginas de contenidos para adultos, consultan problemas sobre su salud en Google o acceden a temáticas “prohibidas” que forman parte de sus pulsiones y deseos interiores.
Las consecuencias de no borrar esos datos de navegación pueden ser muy grandes cuando son descubiertas por terceros: descrédito, pérdida de confianza y cambios de actitud respecto de su entorno. Se trata de búsquedas comprometidas que pueden violar su seguridad, situarle en una posición comprometida y poner al descubierto toda su vida privada.
En otros casos la imprudencia hace que los usuarios dejen su sesión de correo electrónico abierto abriendo así su privacidad a terceras personas que puedan sentirse motivadas por la curiosidad hacia lo ajeno.
Decálogo de consejos
Sino quiere que nadie sepa las páginas que ha visitado borre o desactive la función “autocompletar” de su terminal.
Los navegadores ofrecen la posibilidad de configurar la privacidad, puede navegar de forma anónima o incluso eliminar este historial de forma automática.
Tome medidas de precaución especialmente si su lap top o terminal es de uso compartido con la pareja, familia o compañeros de trabajo.
Evite conectarse a fuentes “free Wifi” o aquellas que no son de confianza ya que en última instancia no tendrá la seguridad de que su navegación es totalmente privada.